La elegancia y sofisticación nunca pasan de moda, y cuando se trata de diseño interior, las sillas doradas se posicionan como un must en la decoración contemporánea. Pero, ¿por qué este interés en las sillas doradas para comedor y otros espacios? ¿Cómo ha influido la tecnología PVD en esta nueva tendencia?
El dorado ha sido desde siempre un color asociado con el lujo. Sin embargo, lo que antes estaba reservado para ambientes más clásicos, hoy se ha democratizado gracias a la tecnología PVD, permitiendo que muchos más hogares y espacios comerciales se beneficien de la presencia de sillas metálicas doradas.
Sillas doradas de salón: el centro de atención
Uno de los lugares más comunes donde se están introduciendo las sillas doradas es el comedor. Las sillas de comedor doradas añaden un toque de refinamiento y distinción, convirtiéndose en la pieza central que atrae todas las miradas. Más allá de la estética, estas sillas, gracias a la tecnología PVD, son capaces de mantener su acabado brillante por más tiempo, resistiendo el paso del tiempo y las exigencias del uso diario.
Estas sillas no solo combinan perfectamente con mesas de mármol o cristal, sino que también pueden ser el contrapunto perfecto en comedores de estilo rústico, industrial o nórdico, rompiendo con la monotonía y aportando un punto de luz y distinción.
Sillas doradas de metal: robustez y estilo
Cuando hablamos de sillas metálicas doradas, muchas personas pueden pensar en piezas frágiles o simplemente decorativas. Nada más lejos de la realidad. La metalización PVD no solo otorga ese acabado dorado tan deseado, sino que también proporciona una capa extra de protección al metal. Esto significa que las sillas doradas de metal no son solo hermosas, sino también duraderas y resistentes.
Este proceso de metalización confiere a las sillas una superficie más resistente a golpes, arañazos y, sobre todo, a la corrosión. Así, lo que obtenemos es un mobiliario que, además de lucir espectacular, tiene una vida útil prolongada, representando una inversión inteligente para aquellos que buscan calidad y diseño en una misma pieza.
El proceso de metalización PVD
En INVEST PLASMA, nuestra gama de acabados metalizados desafía los límites. Trabajamos día tras día para innovar en técnicas, tonalidades y acabados, ofreciendo la selección más diversa de metalizados disponibles en el mercado.
Pero para entender a fondo el valor de estas sillas, es esencial conocer el proceso de metalización PVD. Se trata de una técnica que permite recubrir superficies metálicas con una fina capa de otro material, en este caso, una aleación dorada. Este proceso no solo aporta un acabado estético brillante y uniforme, sino que, como mencionamos anteriormente, añade una capa protectora que incrementa la durabilidad de la silla.
Nuestra tecnología de deposición física de vapor, o PVD, permite decorar cualquier objeto con un acabado metalizado. La metalización por vacío PVD está ganando terreno a los métodos tradicionales debido a su flexibilidad y versatilidad.
Gracias a las dimensiones de nuestra maquinaria, podemos metalizar cualquier material, sin importar su forma o geometría. Además, el PVD es un proceso 100% ecológico, respetuoso con el medio ambiente, que añade valor y atractivo a cualquier proyecto o producto actual.
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